BUENOS AIRES.- El matrimonio Kirchner aprovechó dos actos políticos para marcar con firmeza la disputa que mantienen con los peronistas disidentes y con la prensa. Además, salieron a reclamar que se cumplan las leyes penales vigentes (por los casos de inseguridad), mientras que el ex mandatario destacó que "una fuerte inversión, la generación de empleo y la construcción de Justicia" deben acompañar a una "política de seguridad nacional".
El ex presidente Néstor Kirchner criticó en duros términos a los peronistas disidentes, de quienes dijo que le "dan pena" por no tener "una idea propia", y a los partidos de la oposición que, reiteró, "se juntaron solamente para transformarse en una máquina de impedir". Durante un acto en Merlo, el titular del PJ nacional cuestionó, sin nombrarlos, a Eduardo Duhalde, al senador Carlos Reutemann, al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri y a los diputados Felipe Solá y Francisco de Narváez que mantuvieron hace algunos días una reunión con el CEO de "Clarín", Héctor Magnetto. "Me dan pena los que van a tocar el timbre a la casa de Magneto", afirmó.
A su turno, la presidenta, Cristina Fernández, aseguró en el Teatro Cervantes que "los modos de horadar, de desprestigiar a las instituciones ya no son a través de fierros, tanques o fusiles sino que existen instrumentos más sofisticados, el arsenal mediático". (DyN-Télam)